La Ley de Promoción del Empleo busca la promoción del trabajo decente para las personas que tienen mayores dificultades para acceder al mercado de trabajo, vinculando el empleo, la educación y la formación profesional desde la perspectiva de los derechos fundamentales. Otorgando subsidios a las empresas, buscando fomentar la contratación de determinados grupos de personas: jóvenes de 15 a 29 años, personas mayores de 45 años y personas con discapacidad.